De esta temporada de anime, nada me ha llamado tanto la atención como Casa de las Sombras, y solo necesitas echarle un vistazo para ver por qué es tan interesante. Está claro desde el principio que el escenario es bastante fuera de lo común, con los miembros de la familia Shadows representados completamente en negro excluyendo su ropa. El personaje principal, Emilico, es una muñeca viviente que vive para servir a su miembro correspondiente de la familia Shadows, Kate.

               Se hace evidente que la Casa de las Sombras es mucho más grande de lo que originalmente se nos hizo creer. Lo que comienza con una historia de Emilico y Kate conociéndose en una sola habitación pronto se expande a un ala completa, demostrando la relación entre otras muñecas vivientes y los miembros de la familia Shadows y cómo estos difieren de un par a otro.

               Quizás lo más curioso de este anime es cómo rompe los arquetipos freudianos. Las muñecas vivientes deben actuar como un rostro para los miembros de la familia Shadows, replicando completamente sus acciones y mostrando sus emociones para que otros las vean. En un escenario general, de la vida real, tenemos sombras que nos obedecen, pero en este espectáculo, presenta un mundo donde las sombras deben ser obedecidas.

               A pesar de que solo se han lanzado cinco episodios, el estudio CloverWorks ha creado un escenario de suspenso y misterio, y es la relación de Emilico y Kate la que sirve como el quid de la investigación del propio espectador a lo largo de la desconocida y llena de trampas Shadows House. Además, su secuencia final, cantada por ReoNa, es sencillamente asombrosa.