Mad Catz anunció que se acogió al capítulo 7 de bancarrotas. La empresa ya no puede valerse por sí sola y cierran sus puertas.

GamesIndustry.biz informa que el fabricante de periféricos conocido por sus controladores y volantes de carreras para Xbox, PlayStation y PC, emitió un comunicado para informar a la gente que agotaron todas las opciones antes de decidir declararse en quiebra.

La presidenta y directora ejecutiva, Karen McGinnis, explicó que no tenían alternativas "viables" adicionales, afirmando...

“Lamentablemente y a pesar de que durante un período de tiempo significativo, la Compañía ha estado buscando activamente sus alternativas estratégicas, incluidas varias alternativas de financiamiento a corto plazo, como financiamiento bancario e inyecciones de capital, así como ventas potenciales de ciertos activos de la Compañía o una venta de la Compañía en su totalidad, la Compañía no ha podido encontrar una solución satisfactoria a sus problemas de liquidez de efectivo”,

McGinnis y los demás ejecutivos de la junta ya renunciaron a sus cargos.

El artículo describe una lista de malas decisiones tomadas por Mad Catz, con cofinanciación Rock Band 4 siendo uno de los mayores fracasos recientes que ha emprendido la compañía, que no funcionó ni para Harmonix, el desarrollador, ni para Mad Catz, el coeditor.

Vendieron su línea Saitek, fueron excluidos de la lista de la Bolsa de Valores de Nueva York y ni su línea Joytech ni Tritton pudieron salvarlos.

Esencialmente, Mad Catz apostó por un montón de decisiones comerciales que no dieron resultado, casi idénticas a THQ cuando optaron por centrarse en el público casual con el periférico uDraw que les costó alrededor de 100 millones de dólares, y apenas vendieron nada, lo que resultó en que perdiendo 80 millones de dólares en esa inversión, según informó Eurogamer.

Este tipo de decisiones siempre han hundido a las empresas que ya no se centran en su audiencia principal e intentan “ampliar” el atractivo de su marca expandiéndose hacia lo desconocido. En el caso de THQ y Mad Catz, ninguna de esas inversiones dio sus frutos. En ambos casos vemos que la quiebra es el resultado de esos fracasos.