El presidente y director ejecutivo de Sony Interactive Entertainment, Jim Ryan, realizó recientemente una entrevista con The Nikkei. Para aquellos que no lo saben, el Nikkei es el periódico financiero más grande del mundo. En la entrevista, Jim Ryan está considerando la adquisición y fusión de empresas de desarrollo de juegos.
Esta decisión llega tras el anuncio de la entrada de Google en el mercado de las consolas de videojuegos. Gematsu recogió la historia de Nikkei, y según Ryan, “el contenido se está volviendo más importante que nunca”. En otras palabras, Sony quiere engullir empresas antes de que lo hagan los profundos bolsillos de Google.
Hace unos años habría aplaudido este anuncio. La idea de que Sony se abalanzara y rescatara a las pequeñas y prometedoras empresas de desarrollo de juegos de las malvadas garras de Google me habría llenado de esperanza. Sin embargo, hoy me siento como si estuviera viendo dos ratas grandes peleándose por todas las migas de queso. Tanto Google como Sony han mostrado su voluntad de censurar los videojuegos, por lo que, gane quien gane esta pelea, está claro que los jugadores perdemos.
Por el momento no tenemos idea de a qué empresas está mirando Sony. Sin embargo, es posible que Jim Ryan nos haya dado una pista sobre los planes de Sony en su entrevista. Ryan comentó a The Nikkei que “las empresas nuevas en la industria de los juegos que miran el mercado con esperanza es algo que definitivamente damos la bienvenida”. Parecería que Sony busca apuntar a cualquier empresa con poca o ninguna reputación establecida.
Esto podría entrar en conflicto con el plan de EA de ofrecer atractivos acuerdos editoriales a empresas independientes. Mencioné los planes de EA en un artículo que escribí para One Angry Gamer que se puede leer esta página. Me imagino que Nintendo y Microsoft anunciarán pronto planes similares a Sony y EA. Esto nos acercará un paso más a una industria de los videojuegos dominada por sólo un puñado de grandes megaempresas. Un futuro en el que sólo existirán juegos aprobados por los partidos.
